domingo, 30 de enero de 2011

K16273

(EN)

Raghda al-Wafi nació en Jabalah el 11 de Septiembre de 2001. El bloqueo de la ONU y las sanciones impuestas hacían muy difícil conseguir los productos más básicos. Los padres de Raghda pensaron que la perdían cuando al cumplir su primer año enfermó y apenas había medicinas que darle. Aún así, Raghda era una niña fuerte y salió adelante con los atentos cuidados y desvelos de su madre. Mientras, su padre buscaba desesperadamente cualquier fuente de ingresos que le permitiese comprar medicamentos en el mercado negro, casi la única forma de abastecerse de cualquier producto de primera necesidad.


Raghda cumplió dos años en medio de los bombardeos. Cada noche temblaba de miedo, como el niño que llora con los truenos y relámpagos de una tormenta. Sólo que en esas tormentosas noches, la vida de Raghda y la de su familia estaba a merced de un misil guiado que podía hacer blanco en su casa, igual que lo había hecho semanas antes en la casa de su tío.

La madre de Raghda se afanaba cada noche en tragarse su propio miedo y sobreponerse al ruido de las bombas para intentar tranquilizar a su pequeña hija.

Raghda cumplió nueve años, y su padre creía que sólo un milagro había conseguido mantener a su familia con vida. Daba cada día gracias a Dios por ello.

La situación del país después de siete años de invasión era caótica, pero el padre de Raghda se había unido a las milicias Sahwa hace ya dos años para luchar contra los miembros de Al-Qaeda en Irak. Si finalmente se cumplía el acuerdo del Ministerio de Defensa de hacer efectiva la contratación de hasta 10.000 efectivos de las milicias Sahwa en el ejército y los servicios de seguridad del Gobierno iraquí, la suerte de la familia iba a cambiar definitivamente.

Raghda, aunque con sólo nueve años, y quizá influenciada por su padre, ya pensaba en un futuro como maestra, después de haber ido a la universidad, ayudando a los jóvenes de su país a vivir en paz y en libertad. Que ningún hombre o mujer de Irak tuviese que enfrentarse a una experiencia tan horrible como la que ella había vivido siendo una niña.

La historia de Raghda al-Wafi y su familia es ficción. La verdadera historia es el incidente K16273. El 13 de Diciembre de 2010 un miembro de las milicias Sahwa perdió a su mujer y a su hija en la explosión de una bomba en la carretera. Ya no le queda nada por lo que luchar.

http://www.iraqbodycount.org/database/incidents/k16273


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