miércoles, 23 de febrero de 2011

El largo camino hacia la conciencia social

(EN)

La campaña de Médicos sin Fronteras (MSF) “Pastillas contra el dolor ajeno” es un ejemplo excelente de lo que significa el término empatía.

"En el primer mundo, si te duele algo hay pastillas para mitigar casi cualquier dolor. Pero... ¿qué pasa si lo que te duele es el dolor ajeno, el dolor de los que no tienen pastillas para curar su sufrimiento?”

La empatía se define como la capacidad cognitiva de percibir en un contexto común lo que otro individuo puede sentir, o en otras palabras, la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro.

En el nivel más alto de la Pirámide de Maslow o jerarquía de las necesidades humanas está el nivel de autorrealización, que incluye las necesidades más elevadas, y a través de su satisfacción, se encuentra un sentido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad. Según Maslow, a medida que la persona logra controlar sus necesidades básicas aparecen gradualmente necesidades de orden superior, aunque no todos los individuos sienten necesidades de autorrealización, debido a que es una conquista individual.

Sentimos una mezcla de dolor, rabia, indignación e impotencia ante el cúmulo de injusticias y atrocidades que presenciamos a diario en nuestro mundo global.

Estos sentimientos no son más que la muestra evidente de la capacidad empática del ser humano. Si entendemos la solidaridad o el activismo como una consecuencia lógica de la empatía, es decir, en la medida que comparto el dolor y el sufrimiento de otro, actúo en consecuencia para intentar mitigarlo, la pregunta es:

¿La necesidad de actuar en pro de los desfavorecidos no estaría en el nivel más alto de la Pirámide de Maslow, como parte de la autorrealización personal?

¿Por qué personas con sus necesidades elementales, de seguridad, afectivas y de estima cubiertas no tienen la motivación suficiente para satisfacer necesidades de nivel superior?

Obviamente no se puede achacar ni a la falta, ni al exceso de información de lo que está ocurriendo en el mundo. Si bien, el exceso, puede provocar el hastío y la insensibilización del espectador, que prefiere evitar el contacto con una realidad que le hace daño.

La motivación hacia la autorrealización requiere un proceso de conquista individual más largo que el que se requiere para satisfacer otras necesidades más básicas. Y desde ese descubrimiento individual, hasta llegar a una conciencia social colectiva hay un largo camino por recorrer.

Cuanto antes recorramos el camino que nos lleva a la conciencia social, antes podremos sentirnos orgullosos de ser los artífices de un gran cambio. El cambio que supone entender al que no es como yo, compartir el dolor del que sufre y darle consuelo, luchar por los Derechos y Libertades del que no los tiene, en definitiva , construir un mundo más igualitario en oportunidades y en reparto de riqueza.



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